El cambio climático es imparable

Artículo basado en el libro: "El ladrón de cerebros: Compartiendo el conocimiento científico de las mentes más brillantes" de Pere Estupinyá.

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A pesar de las cumbres, acuerdos, protocolos y demás publicidad climática que quieran hacer los países a nivel internacional, lo cierto es que el cambio climático es un hecho (por mucho que les pese a los negacionistas) e invariable en el corto plazo (por mucho que les pese al resto de personas). Puede que en algún momento de este siglo, las emisiones de CO2 se reduzcan (que se eliminen por completo es imposible), pero a efectos prácticos, la temperatura media global, va a ir en aumento en la mayor parte de este siglo, y no hay ninguna estimación seria que demuestre lo contrario.

Atendiendo al informe técnico publicada por el Banco Mundial en 2009 (no ha llovido ni nada) los principales deterioros y los aspectos a los que deberíamos prestar atención de forma inmediata para la región de América Latina son los siguientes: En primer lugar, el preocupante deshielo de los glaciares de los Andes. Cuando se dice que la temperatura´media global ha subido más de un grado desde la revolución industrial, no lo hace de forma uniforme. En los continentes sube más que en los océanos, en los polos más que en las zonas meridionales y en las tierras altas de montaña, más que en sus cotas bajas. En los Andes, el problema reside en que solo unas décimas de grado están modificando la vegetación presente, a su vez, la alteración de la vegetación, altera el régimen de vientos, transportando calor a las zonas altas de forma que su calentamiento sea más rápido de lo previsible. Cómo los glaciares llevan años retrocediendo, se están perdiendo zonas húmedas y se reduce la disponibilidad de agua tanto para agricultura como para consumo humano, por no hablar de la pérdida de ecosistemas y de las especies endémicas que ello conlleva.

Deshielo progresivo de los glaciares de los Andes Peruanos (Fuente: EFE/Inrena)

En segundo lugar, otro preocupante problema al que debe atender Latinoamérica, reside en el inminente colapso de los arrecifes del caribe. Los océanos, capturan parte del CO2 presente en la atmósfera, de modo que cuanto más carbono dióxido emitimos, más CO2 absorben los mares. Al unirse a las moléculas de agua, el CO2 absorbido por los mares se convierte en ácido carbónico que tiende a acidificar las aguas (las vuelve más ácidas) y existen múltiples organismos, entre los que destacan los corales, que son altamente sensibles a los cambios de pH o acidez. Además, el calentamiento global también calienta las aguas, y los arrecifes coralinos también son sensibles a estos cambios de temperatura. Puede parecerte que de igual que desaparezcan los corales, lo más probables es que ni siquiera sepas lo que son en realidad, pero lo cierto es que su importancia es vital. En primer lugar, los arrecifes de coral alojan al 25% de las especies marinas, y muchas más dependen de ellos, por lo tanto su desaparición sería una catástrofe para la biodiversidad marina. En segundo lugar, protegen fuertemente las regiones costeras, al reducir la energía de las olas (actuando como barreras naturales) y amortiguan las tormentas (reduciendo el impacto de las marejadas ciclónicas). Por último, la desaparición de los arrecifes tendrá efectos notorios sobre la pesca y el turismo, con las consecuencias económicas correspondientes. El cambio climático no solo afecta a la biodiversidad, sino que también nos empobrece.

Siguiendo con los problemas más acuciantes del cambio climático, nos debemos centrar en sus efectos sobre los humedales del Golfo de México. Estos humedales, que sufren procesos de hundimiento y salinización, son de vital importancia para las aves migratorias y la biodiversidad que albergan, por no hablar de la pesca, la agricultura, la regulación hídrica y la mitigación de fenómenos climáticos. Pero no nos debemos centrar exclusivamente en estos ecosistemas costeros ya que, por lo general, todas las costas del planeta están amenazadas. Por último, y como me imagino que estarás esperando, tenemos el problema del Amazonas y el proceso de “sabanización” que sufre. No ocurrirá de un día para otro, pero atendiendo a las estimaciones más ligeras y a las más derrotistas, se estima que se perderá entre un 20 y un 80% de la selva amazónica en este siglo, con su correspondiente pérdida de biodiversidad y su efecto sobre el clima global.

El daño a estos ecosistemas ya ha comenzado, y es irreversible (las especies extintas no pueden volver a la vida). Pero aún así, aunque cambiemos radicalmente nuestro modo de vida y reduzcamos las emisiones de CO2 a cero, el efecto acumulado seguiría causando estragos en el medio ambiente. Además, las medidas que se están tomando hoy en día están supeditadas a factores económicos y no son más que medidas paliativas o de publicidad climática, que apenas muestran efectos reales en lo que tratan de conseguir, y por eso repito, el cambio climático es imparable.

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