Trucos neurocientíficos para enamorar
Artículo basado en el libro: "La nariz de Charles Darwin y otras historias de neurociencia" de José Ramón Alonso.
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El amor romántico ha sido catalogado en muchas ocasiones como un “trastorno mental transitorio”; es más, en la fase inicial del enamoramiento se observan actividades muy elevadas de los neurotransmisores dopamina y serotonina, donde la disminución de esta última puede provocar pensamientos recurrentes sobre la persona amada, mientras que altos niveles de dopamina (relacionada con la recompensa y la motivación) intensifican la atracción y el pensamiento compulsivo por el sujeto amado. Puede que esto no te resulte destacable, pero esos bajos niveles de serotonina y altos niveles de dopamina, son prácticamente idénticos en las personas que sufren TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). A nivel neuroquímico, el enamoramiento (principalmente en sus fases iniciales) es indistinguible del TOC. Viendo que el amor está muy relacionado con nuestro sistema nervioso, en este artículo observaremos una serie de trucos neurocientíficos para enamorar.
Emplea tu lenguaje corporal: Los sistemas de mensajes no verbales en la comunicación son algo universal e independientes de la cultura, el país o el grupo étnico. A lo largo de todo el planeta, las expresiones faciales, los gestos con las manos, la postura o la mirada son empleadas de forma muy similar para el cortejo. Aunque por lo general se crea que son los hombres los que se acercan a las mujeres, lo cierto es que no es así. Un estudio demostró que los hombres se suelen acercar a una mujer siempre y cuando hayan percibido una señal favorable por parte de la misma. Esto suele recibir el feo nombre de conducta de solicitación, y abarca gestos tan dispares como sonreír o alisarse el pelo. Las mujeres menos atractivas, pero con mayores conductas de solicitación, suelen ser abordadas por un número mayor de hombres que las mujeres más atractivas que despliegan menos de estos signos. Este lenguaje no verbal presenta un fuerte componente biológico, y tanto en humanos, como en primates, una pose social de sumisión e interés transmite una imagen no amenazante y atrayente. De hecho, un estudio que determinaba la importancia del lenguaje no verbal sugiere que la primera impresión que se lleva de ti un desconocido se basa en un 55% en tu apariencia y lenguaje no verbal, un 38% en la forma de hablar y tan solo un 7% en lo que realmente dices. Para indicar a una posible pareja que “le gustas” es necesario adoptar una postura abierta (sin cruzar los brazos, ni esconderlos debajo de la mesa), así como copiar las posturas del otro. Aunque la mayoría de personas no se dan cuenta de que se está imitando su lenguaje corporal, tienden a evaluar más positivamente a aquellos que lo hacen.
Refuerza tu sex appeal: También resulta beneficioso en el cortejo adquirir posturas que refuercen tu masculinidad o tu feminidad. Por ejemplo, en el caso de los hombres, una postura con las manos en los bolsillos y los codos hacia fuera dan la imagen de un tórax más prominente. En las mujeres, echar los hombros hacia atrás refuerza de la imagen de uno de sus atributos femeninos: el pecho, que tanta fascinación causan al sexo opuesto (consultar artículo). Entre los animales, las danzas gestuales para el cortejo están muy extendidas (sobre todo entre las aves), y tienden a reforzar los atributos masculinos (cola del pavo real), ya que son los machos los que las realizan.
Hazle reír: Cuando dos personas se ríen juntas se refuerza su sentimiento de cercanía. Por ejemplo, en un estudio en el que 2 desconocidos tenían que hacer una actividad juntos, en el grupo control debían realizar una tarea agradable, mientras que en el grupo de estudio esta actividad provocaba la risa (uno le daba instrucciones de baile con la voz distorsionada al otro que tenía vendados los ojos). Los resultados fueron claros, los que realizaban las actividades más divertidas tendían a sentir más cercanía y atracción por su pareja desconocida.


Comparte tu intimidad personal: En un estudio en el que parejas de diferente sexo debían compartir detalles íntimos sobre su vida durante 30 minutos (grupo de estudio) o mantener una charla banal durante ese mismo tiempo (grupo control), para luego mirarse a los ojos durante 4 minutos, se demostró que el grupo de estudio mostraba un mayor porcentaje de atracción. De hecho, la relación entre algunas de las parejas de este estudio terminó en boda (punto negativo para Tinder).
Emplea música: Shakespeare afirmó que la música es el alimento del amor, y razón no le faltaba ya que se trata de un catalizador del estado de ánimo y provoca cambios fisiológicos en nuestro organismo. Un estudio psicológico demostró que cuando las mujeres evaluaban una serie de fotos de hombres, los consideraban más atractivos cuando sonaba música de fondo como rock suave con su tempo rápido, que cuando oían jazz o no había música. ¿Por qué crees que en las discotecas hay música?
Adecúa el ambiente: Nuestra comunicación se ve afectada por el espacio físico que nos rodea, y muchas veces afecta a los mensajes que enviamos. Es más, varios estudios demuestran que una primera cita tiende a ser más exitosa, cuando el lugar escogido está rodeado de colores suaves como marrones, verdes o azules.
Mírale a los ojos: El contacto visual posee una gran carga emocional y psicológica. En un estudio en el que parejas de desconocidos debían mirarse durante dos minutos en un café, el cruce de miradas incrementó los sentimientos de atracción, interés y excitación por el otro. De nuevo, una de las parejas que participó en el experimento terminó casándose. ¿Cuánto hace que no miras a una persona querida a los ojos durante 2 minutos? La neurociencia ha comprobado que al cruzar una mirada con una persona, se activan regiones dopaminérgicas (relacionadas con la recompensa) en nuestro cerebro, y como comenté al inicio del artículo, la dopamina es esencial en las primeras fases del enamoramiento. En otro estudio en el que los sujetos de investigación debían evaluar una serie de fotografías, los que aparecían mirando a la cámara y sonriendo fueron mejor calificados que el resto.
Las emociones fuertes pueden ayudarte: Las emociones de cierta intensidad como el miedo pueden ayudar a que tu posible pareja se enamore, probablemente debido a que las regiones cerebrales que procesan la ansiedad, el sentido de alerta y la atracción, están conectadas. En un estudio en el que una mujer preguntaba a diversos hombres si deseaban participar en un experimento, en caso de aceptar, éstos debían realizar una serie de comentarios sobre una fotografía. ¿El truco? El grupo de estudio estaba constituido por una serie de turistas que se encontraban en un puente colgante con 70 metros de caída libre que oscilaba y crujía con el viento. El grupo control, por el contrario, se encontraba en un parque público. Los resultados fueron claros, el grupo de estudio hizo comentarios sobre la foto con una mayor carga afectiva y sexual. Además, al concluir el estudio, la atractiva investigadora proporcionó su número de teléfono por si tenían alguna duda. El 50% de los que se encontraban en el puente llamó a la investigadora (puede que con intenciones de cortejo), mientras que tan solo el 12,5% del grupo control se puso en contacto con ella. Una de las explicaciones reside en que el cerebro confunde la excitación causada por el miedo con la provocada por la atracción sexual. Esto podría explicar porqué las parejas jóvenes tienden a tener citas en parques de atracciones o yendo al cine a ver películas de terror. Del mismo modo, esto también podría explicar el estúpido hábito de las adolescentes de enamorarse del “chico malo”. Otros estudios han demostrado que las personas tienden a calificar más positivamente fotografías de posibles parejas, si se acaban de bajar de una montaña rusa, en comparación con los que están esperando a subirse. Aunque la explicación no se ha precisado, es posible que la adrenalina segregada en la montaña rusa se mezcle con excitación de la atracción sexual. Por eso, cuando alguien nos gusta notamos que teneos la boca seca.


Presta atención a tu olor: El olfato es uno de los sentidos que influye más fuertemente en los centros cerebrales de decisión, los cuales a su vez afectan a nuestras emociones. Además, como la búsqueda de pareja no es más que una búsqueda de buenos genes para engendrar una buena descendencia, el cabello brillante, un buen color de piel, la simetría en el cuerpo… y un largo etcétera, son características deseables ya que indican un buen estado de salud y unos buenos genes. Para incrementar las defensas de nuestra progenie, es necesario que el sistema inmunitario de nuestra pareja sea distinto al nuestro, y esto lo detecta la nariz. Como seguro que te has dado cuenta, cada persona tiene un olor único, y los gene responsables de la producción de estas moléculas olorosas, están muy cerca de los genes del complejo mayor de histocompatibilidad, que produce una serie de moléculas de la superficie de nuestras células, esenciales para nuestras defensas inmunitarias. Por ello, aunque para encontrar pareja se suelen buscar semejanzas que permitan la formación de vínculos estables a largo plazo, mediante nuestro olor, también buscamos personas diferentes que aumenten la diversidad de defensas de nuestros hijos e hijas.
Busca un filtro de amor: Desde colonias con feromonas, hasta los filtros de amor de Harry Potter, pasando por un spray nasal con oxitocina que supuestamente hace que la gente confíe en ti, el ser humano ha fantaseado durante siglos con la idea de crear un elixir amoroso. Aunque no hay ninguna evidencia científica sobre estos spray de hormonas y feromonas, lo cierto es que se ha convertido en un negocio multimillonario. No obstante, algo similar se ha conseguido replicar en animales. Por ejemplo, en un experimento en el que se inyectó la hormona vasopresina en el cerebro de perritos de las praderas, los machos se mostraron más ligados a las hembras, desarrollando vínculos más fuertes y estables. En el caso del ser humano, drogas como la cocaína o la anfetamina aumentan la liberación de dopamina en nuestro cerebro, lo cual puede simular la euforia del enamoramiento. Los niveles de este neurotransmisor también se pueden incrementar de una forma más legal y sana, con ejercicio físico. Asimismo, podemos encontrar otro compuesto conocido como la “molécula del amor” que también va unida al deporte, pero sobre todo la conocemos por el chocolate, la feniletilamina. Aun así, este alcaloide antidepresivo es degradado por la monoaminooxidasa cuando se ingiere de forma oral, por lo que no afecta a su concentración en el cerebro. Que no te engañen cuando dicen que en una cita romántica los bombones nunca fallan, ¡nunca fallan para los vendedores!
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